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En Bebés y Más nos hemos hecho eco en varias ocasiones de desternillantes hilos virales publicados en redes sociales sobre situaciones que solo se viven cuando se tienen hijos. Desde surrealistas conversaciones en el chat de padres del cole, hasta las aventuras con la mascota de la clase, las vacaciones con niños en un camping o el arduo trabajo que tenemos los padres la noche de Reyes.

Recientemente, la usuaria de Twitter Manticora publicaba un hilo acerca de cómo se viven las Navidades cuando hay niños en casa. El relato, narrado en clave de humor, es en algunos momentos un tanto exagerado, pero la mayoría de situaciones que se describen las hemos vivido todos los padres en mayor o menor medida.

HILO NECESARIO si estás planteandote tener hijos. Navidad es una época muy bonita para ensayar. Te dejo una serie de prácticas que puedes hacer estos días:

1. Ve a un centro comercial la semana de reyes. Entra en el Lefties y suelta un conejo. Intenta comprar ropa de tu talla y para 4 regalos más sin perder al conejo de vista.

2. Monta el árbol de Navidad y decóralo. Cuando termines arranca todas las bolas del árbol y espárcelas por el salón. Coge una bolsa de purpurina y derrámala por todo el sofa. Sustituye a un rey mago del portal de belén por un dinosaurio y tira el niño Jesús a la basura.

3. Busca en youtube el burrito sabanero. Escúchala en bucle durante 3 horas. Luego una hora de los peces en el rio, pero solo el estribillo. Vuelve a poner el burrito sabanero 5 horas más.

4. Haz una maratón por la mañana. Sin dormir siesta vete a ver la cabalgata de reyes con tu perrito sin correa y un carrito de la compra bien cargado de peso. Sigue la cabalgata al menos por 3 partes del recorrido y coge 2 pelotas y 3 kilos d caramelo. No mueras. Queda la noche

5. La noche de reyes. Cena, recoge, lee 3 cuentos. Vuelve a tirar las bolas del árbol y recogelas. Levántate al baño y a un dormitorio 3 veces. Luego espera a las 2 de la mañana. Amárrate 2 panderetas a las muñecas y saca los regalos y preparalos sin que suenen las panderetas.

6. Si teletrabajas y no tienes vacaciones en Navidad, busca un pony, un cerdo vietmanita, una cotorra, un perro y un gato y dejalos solos en el salón de casa mientras tu trabajas en una habitación a puerta cerrada. No te levantes oigas lo que oigas. En las reuniones: naturalidad.

7. El día 20 sal a las 8 de la tarde de casa y busca desesperadamente unos leotardos rojos y una sudadera roja LISA, talla 3 años. Y un disfraz de hebreo/a talla 6 años. No vale pastor, hebreo. No vale campesino, hebreo. No vale romano, HEBREO.

9. Compra un regalo de Navidad al azar. Por ejemplo una silla gamer azul y negra, con luces. Y luego pásate el mes convenciendo a tu madre de que es eso exactamente lo que quiere por reyes. Sabrás que se siente cuando cambian de opinión con el juguete comprado.

10. Busca 2 gatos callejeros y llévalos a casa. Viste a uno de papá noel y a otro de elfo, con tirantes. Gorros y patucos incluidos. Consigue sacarles una foto sin q se quiten nada y mirando a cámara. Una con el árbol de Navidad de fondo y otra con la chimenea. Además, sonriendo.

11. Mete a los mismos gatos en la bañera. Lavalos sin que te arañen y que se escapen, y secalos con toalla y luego secador. Ponles un pijama de bebé enterizo, de botones. Bonus track: Lávales los dientes.

12. All I Want for Christmas is You de Mariah Carey. Crea una alarma en el móvil con esta melodía. Volumen 99. Configura para que suene a las 23:50, las 2:01, 2:15, 4:00 y 6:00. Pasea un saco de papas 30 minutos cada vez. A las 7 y media en pie, se acabó el "descanso".

13. Vistete de gala para Nochevieja. Ve a la cocina y coge una batidora de pie o un robot de cocina y echa: Un huevo, leche, harina y 3 trozos de platano. Dale a triturar SIN TAPA. (Eso es cenar con hijos)

14. Por último, infiltrate en un grupo de Whatsapp de infantil. Hazte pasar por padre/madre y la semana de la función de Navidad escribe una de estas: - Mi hijo tiene piojos. - Pues he hablado con la seño, no estoy conforme y se va a cambiar el tema de la función de Navidad...

¡Boommm! Y ya estaría. Si a pesar de todo, quieres repetir esta aventura, ya sabes... Pide el deseo para 2022.

El hilo ha causado una gran ovación en Twitter y rápidamente se ha vuelto viral. Cientos de usuarios se han sentido identificados con los mensajes de Manticora, e incluso hay quien en tono humorístico ha acusado a esta madre de "hacer spoilers" con respecto a cómo se vive la Navidad con niños en casa.

Como madre de tres hijos yo también me he sentido muy identificada con el escrito, especialmente la parte en la que menciona la decoración navideña. Y es que aún recuerdo a mis dos hijos pequeños, que apenas se llevan 17 meses, desmantelar el árbol de Navidad en cuanto me daba la vuelta.

Durante dos años tuve que sustituir los adornos por peluches y accesorios de fieltro que mis peques quitaban y volvían a poner decenas de veces al día. Puede que no fuera el árbol de Navidad más bonito del mundo, pero sin duda, para mí era el más especial.

También me he identificado con los villancicos en bucle (¡en mi casa empiezan a sonar justo cuando termina la festividad de Halloween!) y con las expectativas que nos marcamos los padres en lograr esa foto ideal de nuestros hijos con la que felicitar las fiestas a nuestros seres queridos; foto que, dicho sea de paso, rara vez llegamos a conseguir.

Ni qué decir tiene que el momento Reyes Magos también me ha arrancado una sonrisa. Y es que, ¿qué padre o madre no ha sudado lo indecible colocando los regalos sin hacer el menor ruido para no despertar a los niños? ¿Quién no se ha visto alguna vez en la tesitura de haber comprado un regalo muy deseado por sus hijos, que de pronto ha dejado de serlo dos días antes de la noche de Reyes?

Siempre he creído que la maternidad/paternidad es una "bendita locura", sobre todo cuando los niños son pequeños, pues en más de una ocasión nos hacen vivir situaciones realmente divertidas, anecdóticas y surrealistas. Y aunque no niego que a veces hay momentos de absoluta locura, estoy segura de que con el tiempo echaremos de menos la etapa mágica y especial de la primera infancia.

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