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2022-08-12 11:07:50 By : Ms. Freya Zhang

Netflix ha publicado un vídeo en el que enseñan cómo se hizo Robin Robin, un cortometraje en stop-motion de Aardman que utiliza fieltro en lugar de plastilina.

Peti Roja (Robin Robin) es el último cortometraje del estudio de animación Aardman Animations que llegó a Netflix el pasado 24 de noviembre. En los treinta minutos que dura el corto, Dan Ojari y Michael Please nos llevan a un navideño cuento infantil protagonizado por ratones y una petirroja.

Una familia de ratones descubre un huevo perdido, a cuyo polluelo deciden adoptar haciendo que sea un miembro más de la familia. De naturaleza pícara, estos ratoncitos se dedican a robar comida a los humanos para poder sobrevivir, pero a la petirroja no se le da demasiado bien ser silenciosa en sus incursiones.

Hacemos un repaso por el catálogo de Netflix para destacar algunas de las mejores series recientes de la plataforma y destacar una que no debéis perderos por nada.

Un día, para impresionar a su familia, Robin decide aventurarse por su cuenta a conseguir un botín, pero en su camino se encontrará con el peor enemigo que un ratón pueda tener: el gato. Netflix ha publicado un vídeo en el que nos enseñan cómo fue el proceso de creación de la fiera villana a la que debe hacer frente su protagonista. 

Gillian Anderson, que interpreta a la gata del cortometraje, cuenta en el making-of de Peti Roja que siempre le ha gustado el estilo de animación stop-motion de Aardman, especialmente en Wallace & Gromit. También explica cómo uno de sus mayores temores fue tener que realizar el número musical que aparece en el corto, aunque finalmente casi parece más un número hablado que cantado.

Transforming Gillian Anderson Into The Purrfect Villain _ Robin Robin _ Netflix

En esta ocasión, Aardman utiliza muñecos de fieltro en lugar de la característica plastilina con la que les hemos visto ejecutar la mayoría de sus trabajos, como La oveja Shaun (2015) o ¡Piratas! (2012).

El director del corto, Mikey Please, dijo que el estudio buscaba conseguir un estilo artístico que no pudiera ser replicado por ordenador, y que los animadores notaron las diferencias en el cambio de técnica. Por un lado se dieron cuenta de que necesitaban menos marionetas y menos tiempo para modificar sus poses, pero por otro vieron que las expresiones faciales eran más difíciles de conseguir.