El conector SATA de los discos duros lleva años sin mejorar en especificaciones y se ha quedado en su tercera generación o más conocida como el conector de 6 Gbps. Lo cual indica una desaparición a futuro del mismo, pero aún aguanta por la enorme cantidad de periféricos y componentes que lo utilizan. ¿A qué se debe esta falta de evolución en los últimos años?
Se ha de tener en cuenta que el conector SATA es un conector pensado para discos duros, por lo que serán las necesidades de velocidad de estos los que influyen en usar una interfaz más rápida o mantener la actual. Por ejemplo, dado que dicho conector era un cuello de botella para las unidades SSD, por lo que acabaron apareciendo con el tiempo las soluciones PCI Express. En cambio, no las hemos visto aplicadas en los discos duros. ¿Los motivos? Simple, al basarse en elementos mecánicos, los discos duros son mucho más lentos al tener que volver a posicionar la aguja sobre el disco magnético.
En la actualidad, el disco duro más veloz es el Barracuda Pro de Seagate, con un tamaño de 12 TB y capaz de alcanzar los 250 MB/s de velocidad de transferencia máxima. Es decir, cuando los datos se encuentran en los sectores más exteriores del disco y la transferencia de datos es secuencial. Si lo pasamos a Gbps tenemos que esto son 2 Gbps, lo cual significa que ni tan siquiera llega a saturar a una conexión SATA-II de 3 Gbps.
En otras palabras, si el disco duro más rápido del mercado no usa más del 33% de la velocidad de transferencia y eso en el mejor de los casos. ¿Qué sentido tiene mejorar la velocidad del conector SATA? Es más, como hemos dicho en un principio, la motivación para la mejora estaría en los SSD, pero existiendo ya el PCI Express con pocas líneas se vio como una pérdida de tiempo hacer evolucionar dicho conector. El cual se mantiene aún en los ordenadores por ser el de los de los discos duros.
El estándar 2.0 del NVMe se expandió para darle soporte también a los discos duros, por lo que en el futuro veremos modelos que se conectará a nuestro PC sin usar una interfaz SATA, sino una PCI Express. Aunque este cambio no lo veremos hasta 2024, es lo suficientemente importante como para decir que el conector SATA en las nuevas placas base tiene los años contados y lo normal es que vaya desapareciendo progresivamente.
Hemos de recordar que la desaparición de un puerto no significa que las unidades que lo utilicen lo vayan a hacer, de la misma manera que el hecho de que ya no se use el puerto PS/2 no hizo que no haya más teclados o ratones o que la muerte del VGA con los monitores. En realidad el conector SATA lleva años medio desaparecido, ya que en muchas placas base se convierta la señal en un conector USB 3.0. ¿El motivo? Ningún disco duro puede saturar los 5 Gbps de velocidad, pero la contrapartida es que las unidades SATA sí que se ven afectadas por ello.