La Casa. 3 inquietantes historias y una casa. - Las cosas que nos hacen felices

2022-08-20 12:55:24 By : Ms. LEO LI

El viernes 14 de enero, Netflix estrenó La Casa (The House), una película antológica rodada en formato stop-motion, que une tres historias totalmente diferentes con una casa. Se trata de una producción de Reino Unido para Netflix Animation que ha contado con directores diferentes para cada una de sus historias.

Tres relatos inquietantes con una trama independiente en cada de una de ellas. Llama la atención la excelente calidad de las tres, con planos realmente sorprendentes, colores que definen cada historia, y una música increíble que combina a la perfección con cada uno de los relatos, y que está creada por el argentino Gustavo Santaolalla.

Netflix cataloga la película como para mayores de 12 años, cosa que no me parece adecuada ya que el trasfondo de las tres historias es demasiado lúgubre y tétrico. Además de que el mensaje que cada una de ellas tiene no es algo que vaya dirigido al público juvenil.

Intentar interpretar el significado de estas tres historias no es una tarea fácil, y estoy segura de que muchos de vosotros le habréis encontrado un significado, y seguro que es diferente al que yo le he dado.

En cuanto al significado de lo que une a las tres historias, no he sabido verlo. Está claro que todas tienen como hilo común la casa, pero ¿hay algo más detrás que las une de una manera más profunda?

Dirigida por Emma de Swaef y Marc James Roels, es sin lugar a dudas la más terrorífica de las tres historias. Sus tonos marrones y oscuros, las caras de los muñecos de fieltro, y el hecho de que la protagonista sea una niña, le da un tono inquietante y muy tenebroso.

Durante la media hora que dura, tenemos la sensación que de un momento a otro va a suceder algo realmente catastrófico y eso nos mantiene con una angustia continua mientras vemos como van ocurriendo los hechos.

La historia nos lleva hasta una época vivida en 1800, a conocer a una familia humilde que vive en una pequeña casa. El padre, queriendo ser visto como alguien más por el resto de su familia, acepta un trato con un personaje enigmático con mucho dinero: abandonar su casa para irse a vivir en una lujosa mansión.

Quizá esto sea una crítica al capitalismo. En nuestro afán de querer ser más de lo que somos por aparentar, tomamos decisiones donde acabamos siendo dueños de algo que nunca llega a ser nuestro, y con esa decisión acabamos vendiéndonos nosotros también.

Esta segunda historia de La Casa, está dirigida por Niki Lindroth von Bahr, y podríamos decir que es la más cómica de las tres. Por supuesto, hablamos de un humor negro, muy oscuro, que hará que te salga alguna que otra sonrisa al verla.

Los colores pasan de los grises perturbadores de la primera historia, a un blanco brillante que lo inunda todo. Colores resplandecientes para una casa cuyo dueño quiere vender y en la que ha invertido más de lo aceptable y permitido, para renovarla.

Pasamos de tener protagonistas con forma humana a un ratón antropomórfico, que paradójicamente lucha con erradicar una plaga que tiene en su casa. La época en la que se sitúa el relato es más actual, y eso lo podemos notar también en la decoración de la casa.

Puede que esto sea una crítica a nuestra forma de vida actual, donde nos preocupamos más por ser algo que venda, algo que en realidad no somos. Hasta que al final la verdad acaba por salir.

La tercera y última historia que forma parte de esta antología está dirigida por Paloma Baeza. De nuevo los colores cambian y se convierten en unos tonos pasteles que tras esa primera imagen de serenidad nos hace presentir que algo no va bien.

El relato nos sitúa en una época que puede que sea futura, un mundo distópico donde el agua lo inunda todo y para poder desplazarse de un lugar a otro necesitas un barco. En este mundo desolado nos encontramos con una protagonista que vuelca toda su ilusión y energía en reformar la casa para convertirla en un pequeño hotel.

Nuevamente nos encontramos con animales antropomórficos como integrantes del guion, esta vez son gatos. Es la más triste de las tres, dejándonos con un sentimiento de nostalgia y un nudo en la garganta, incluso después de su final feliz.

Puede que nos encontremos ante una crítica a nuestra zona de confort y lo difícil que se nos hace salir de ella. Incluso viendo como todo se desmorona a nuestro alrededor nos empeñamos en seguir unos sueños que ya no tienen sentido.

Si buscas algo diferente para ver, La Casa es una buena opción. Todas las historias son atrapantes y tienen en común crear esa especie de incomodidad en quien las está viendo, pero que al mismo tiempo no puedes evitar continuarlas para conocer su final. Sí, una de esas películas de las que te dejan pensando después de haberlas visto.

Esto es justo lo que buscaba en Internet. Me ha encantado todos tus comentarios y no los encontré en otras páginas. Muchas gracias! 🙂

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